lunes, enero 02, 2006

¿Por qué Dios permite que me venga esta pena?


rosas rojas
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Y tu te preguntas:

¿Por qué Dios permite que me venga esta pena?
¿Por qué Dios permite todo esto en mi vida?

En fin, pasar por el desierto (para un Cristiano) a veces es algo misterioso, pero te digo que no hay tal misterio. Te haré unas cuantas preguntas para que entiendas algo:

¿Por qué los fenicios se lanzaron al mar?
¿Por qué Colon se lanzo al mar?

Ahora, si contéstate las dos, te felicito eres un excelente estudiante de historia, pero si solo conoces una o quizás ninguna, déjame decirte que por esto pasamos por los desiertos. La Biblia esta llena de relatos de personas que pasaron por fuertes épocas de dolor, de soledad, de angustia y aun así nos hacemos de la vista gorda y no vemos lo que Dios estaba haciendo con ellos y lo que Dios nos quiere enseñar con esto, somos malos estudiantes!

Mira por ejemplo la vida de David, ungido cuando muy joven y luego perseguido hasta la muerte por el rey de Israel (Saul).
Que vida para el próximo rey, no!

Vemos a Job, hasta sarna le dio y todo porque Dios deseaba que Job entendiera al final la verdadera naturaleza de su Señor. José es un puro ejemplo de todo esto... Aun leemos estas extraordinarias historias en la Biblia y no entendemos que la única manera para Dios moldearnos a ser esa vasija que Él desea debemos de ser pasados por fuego y mientras pasamos el Espíritu de Dios camina con nosotros ministrándonos, explicándonos y entonces cuando logramos salir, ya hemos aprendido no solo en teoría sino en practica y nuestra Fe crece, crece y crece hasta pasar de una simple semilla de mostaza a un inmenso árbol donde los pájaros vienen a tomar sombra.

Es necesario caminar por el desierto para que el Espíritu Santo nos explique el proceso, nos señale lo que debemos de ver, porque tenemos sed, tenemos hambre. En el desierto comemos lo que encontremos y lo masticamos muy bien porque no sabemos cuando volveremos a comer. Entonces es así como aprendemos y nos hacemos fuertes.

Si esta en una prueba, te exhorto a que no pienses, porque a mí? Si no que digas como en Job
Job 34:32
32 Enséñame tú lo que yo no veo;
Si hice mal, no lo haré más.

Aquí lo que deseo que veas es “Enséñame tú lo que yo no veo” ...

Dime:
Que te ataca?
¿Por dónde viene tu dolor?

Pues si ya lo reconociste, míralo directamente a la cara y reconócelo, cuando lo hagas, tórnate a Dios y pregúntale:

¿Cómo he de cambiar para ser aquello que tu deseas?

Y entonces veras la gloria del Santísimo en tu vida!

No te prometo que saldrás de ahí en un cerrar y abrir de ojos, todo es un proceso, pero SI saldrás y lo harás con muy buen puntaje, entonces nunca mas serás como fuiste antes y estarás un paso mas cerca de ser aquellos que nuestro Dios y Salvador quiere que seamos. Recuerda:

Hebreos 10:35-36
35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.


Que la paz de Cristo sea contigo.
Tp